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Crónicas de viaje

Júpiter

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Jupiter

Júpiter es un gigante de hidrógeno y helio, el quinto planeta después del sol, que con más de 80 lunas y una masa de más de dos veces y media la de los otros planetas del sistema solar combinados, ha sido visto en el firmamento terrestre desde la prehistoria. Júpiter, el planeta, toma su nombre de Júpiter, máxima deidad del panteón romano y equivalente al Zeus griego, padre de los cielos y las tormentas. Históricamente al planeta lo nombraron pueblos bajo el nombre de su dios principal, pero no fue sino hasta 1976 que se ratificó el nombre oficial no solo de Júpiter, sino también del resto de los planetas y objetos celestes del Sistema Solar, por cuenta de la Unión Astronómica Internacional.

Como un apodo que con el tiempo se va convirtiendo poco a poco, primero en un nombre extraoficial, y luego en uno oficial, Júpiter también fue el nombre que se le dio a la última y más larga de las sinfonías compuestas por Wolfgang Amadeus Mozart. Completada el 10 de agosto de 1788, la Sinfonía n.º 41 en do mayor, K. 551, fue la última de una serie de tres sinfonías compuestas por el virtuoso austriaco, y no se sabe a ciencia cierta si fue interpretada antes de la muerte del compositor.

Lo que sí se sabe, de acuerdo a lo contado en alguna ocasión por Franz Mozart, hijo menor del compositor, es que el apodo de Júpiter fue dado a la pieza por el empresario musical Johann Peter Salomon, en honor al espíritu de la obra, que a su parecer encapsulaba la presencia y magnanimidad  de la deidad greco-romana.

La orquesta

Junto a la Sinfonía n.º 3 en mi bemol mayor Op. 55 de Beethoven, también conocida como Eroica, Jupiter fue interpretada por la Orquesta Filarmónica de Bogotá, bajo la dirección del maestro de origen chileno Francisco Rettig, el 23 de febrero de 1998 en la ciudad de Bucaramanga. La OFB se presentaría en el marco de las celebraciones del 50avo aniversario de la Universidad Industrial de Santander, haciendo parte de las labores de la agrupación que después de 30 años de haber sido institucionalizada, “logró consolidar un amplio público juvenil, hecho que puede ser interpretado como la cristalización de una de las principales metas que en 1966 se fijaron los fundadores de la, entonces, nueva orquesta, como era el de llegar a sectores ausentes de la actividad musical, en forma prioritaria a la niñez y la juventud”.